Sin duda es una de las palabras de la cuarentena: teletrabajo.
La avalancha de empresas que han necesitado implementar VPN, escritorios virtuales, accesos remotos y securización de usuarios y credenciales se ha disparado en los últimos 3 meses.
Sin embargo estos días pensaba que en general estamos llamándole a todo teletrabajo y en realidad no todo es teletrabajo. Y es que una cosa es hacer teletrabajo y otra hacer trabajo en remoto, aunque a menudo comparten muchas de sus características, no siempre son lo mismo. Pero ¿cuál es la diferencia?.
Las diferencias
El teletrabajo básicamente es trabajar a distancia con autonomía. Puedes trabajar desde tu casa, en un avión o en el AVE y no necesariamente tener conectividad constante para hacerlo ni coincidir con el resto de tu equipo de trabajo.
El trabajo en remoto sin embargo es trabajar fuera de tu entorno normal de trabajo, con las herramientas tecnológicas necesarias para trabajar como si estuvieras en la oficina, incluyendo la colaboración con los miembros de tu equipo, normalmente en la misma franja horaria.
Y esto no es un detalle menor porque implica que las empresas deben de disponer de la infraestructura tecnológica adecuada para que su personal pueda interactuar como si estuvieran sentados uno enfrente del otro como en la oficina. Esto va mucho más allá de colocar un portátil y poco más.
Es por eso que las herramientas de colaboración instantánea, gestión de hilos y tareas, centralitas virtuales de audio y vídeo y accesos a recursos compartidos, se han hecho imprescindibles estos días en las organizaciones que han tenido que seguir manteniendo juntos y ordenados a sus equipos.
Trabajar en remoto no necesariamente significa trabajar fuera de la oficina; si parte de tu equipo está fuera de la misma, en realidad todo el equipo estará trabajando parcialmente en remoto. Hacer teletrabajo, si implica estar fuera de la oficina, ya que conlleva autonomía de tareas y de gestión de tiempo.
Cuando se dice que los trabajadores que trabajan en remoto hacen más horas de las debidas, creo que se trata de un error de concepto. Si el trabajo de oficina es de 9h a 14h y de 15h a 18h, en remoto debe ser exactamente igual. El equipo debe saber que en esa franja horaria va a tener disponible a sus compañeros para poder interactuar.
Si dejamos al personal que autogestione su tiempo de trabajo, que pueda trabajar a las 2 de la mañana y enviar los informes cuando quiera, eso ya no es trabajo en remoto sino que es teletrabajo y eso implica una autogestión de tiempo diferente para la que creo que no todo el mundo está capacitado, ni deba estarlo.
¿Cuáles con las necesidades del trabajo en remoto?
Sin duda, una infraestructura tecnológica adecuada que proporcione a los equipos las herramientas necesarias para poder interactuar con el resto de los miembros de su organización así como con los recursos de la empresa.
Esto incluye equipos físicos (ordenadores, móviles, tablets, teléfonos de Voz IP), conectividad en banda ancha (fibra o 4G), así como infraestructura, preferiblemente en cloud, para poner los recursos disponibles (escritorios virtuales, ficheros compartidos, acceso a información, herramientas de colaboración) a disposición de los equipos, incluyendo una capa de securización en cada recurso compartido.
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